HOJA VOLANDERA: el hombre que mató a Liberty Valance



El hombre que mató a Liberty Valance        John Ford             Estados Unidos                1962
CRITICA:Pablo Kurt:


CRÍTICA:Pablo Kurt

Esta obra maestra expone más matices que ningún otro western, y sin duda el más importante es el de definir con hábil precisión un momento significativo de los Estados Unidos: aquel en el que el salvaje oeste comenzó a perder su condición de territorio sin ley y la civilización entró de la mano de los abogados, decididos a imponer la ley sobre las pistolas. La clave es que Stewart rehúsa llevar revólver, hasta entonces único consuelo de sheriffs y espectadores ante la injusticia y el mal. Que sólo haya un abogado y que luego pase lo que pase es ya terreno y culpa de los códigos de honor y la americanizada necesidad de forjar héroes, pero sobre todo de la preferencia de imprimir la leyenda sobre la realidad. Nada que objetar. Es además un estudio sobre la condición humana tan interesante como memorable, y sin duda uno de los mejores 2-3 westerns de la historia del cine -aquí ya cada uno que se imprima sus gustos-.



FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA Guion: James Warner Bellah, Willis Goldbeck (Historia: Dorothy M. Johnson) Música: Cyril Mockridge (AKA Cyril J. Mockridge) Fotografía: William H. Clothier (B&W) Reparto: John Wayne, James Stewart, Vera Miles, Lee Marvin, Edmond O'Brien, Andy Devine, Ken Murray, John Carradine, Jeanette Nolan, John Qualen, Willis Bouchey, Carleton Young, Woody Strode, Denver Pyle, Strother Martin, Lee Van Cleef, Robert F. Simon, O. Z. Whitehead, Paul Birch, Joseph Hoover Productora: Paramount Pictures Género: Western | Película de culto Duración: 119 min.




SINOPSIS.
Ransom Stoddard (James Stewart), un anciano senador del Congreso de los Estados Unidos, explica a un periodista por qué ha viajado con su mujer (Vera Miles) para asistir al funeral de su viejo amigo Tom Doniphon (John Wayne). La historia empieza muchos años antes, cuando Ransom era un joven abogado del este que se dirigía en diligencia a Shinbone, un pequeño pueblo del Oeste, para ejercer la abogacía e imponer la ley. Poco antes de llegar, fue atracado y golpeado brutalmente por el temido pistolero Liberty Valance (Lee Marvin).




BIOFILMOGRAFIA

The Tornado
The Trail of Hate
The ScrapperThe Soul Herder
Straight Shooting / The Cattle War
The Secret Man / The Round up
A Marked Man (Bajo sentencia de muerte)
Backing Brodway
Phantom Riders / The Range War (Bajo la máscara /
Wild Women (Las dos mujeres)
Thieves' Gold (La nueva senda)
The Scarlett Drop / The Hill Billy (La gota de sangre)
Hell Bent (El cowboy vengador / El barranco del diablo)
A Woman's Fool (La envenenada / Marino de agua dulce)
Three Mounted Men
Bare Fists (Deuda pagada / El hombre inerme)
Roped (Hombre sin armas / Esposa por correo)
The Fighting Brothers
A Fight for Love
By Indian Post
The Rustlers
Gun Law
Riders of Vengeance (El jinete vengador)
The Gun Packer
The Last Outlaw
The Outcasts of Poker Flat (Los parias de la sierra)
The Ace of the Saddle (El jinete de hierro / Un hombre de paz)
Rider of the Law (El brazo de la ley)
A Gun Fightin' Gentleman
Marked Men (La fuerza de las circunstancias / El vagabundo)
Harry Carey Tour Promotional Film
The Prince of Avenue A (El príncipe de la avenida A)
The Girl in Number 29 (La joven del cuarto 29 / La doncella del 29)
Hitchin' Posts (Ligaduras de oro / El caballero tahur)



PASO DEL ESTADO DE NATURALEZA A LA SOCIEDAD CIVIL
La película es un catálogo y una defensa de los viejos principios liberales: el derecho a la vida, a la libertad de expresión, a la libertad de asociación, a la libertad de prensa. Junto a Wayne y Stewart en el bando de los civilizados destaca la rectitud moral de Vera Miles, la chica analfabeta que consigue leer y escribir para, a continuación, crear una escuela. También Edmond O'Brien, como siempre borrachuzo, interpretando al periodista Dutton Peabody que sale a la calle a tomar el aire, y cuando alguien le dice que se meta en casa, porque hay peligro ya que anda por allí Liberty Valance, le contesta que está ejerciendo su "inalienable derecho a la felicidad". Y en un hermoso y profundo juego metacinematográfico, mientras que en la trama peliculera triunfa la leyenda, otra forma de llamar a la mentira mitomaníaca, lo que nos relata Ford a los espectadores reales es la pura, sencilla y compleja verdad.


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